Se puede conocer la historia de un pueblo a través de sus tradiciones. Las mismas, a lo largo del tiempo se van modificando y el hecho histórico muchas veces se pierde, no así la costumbre.
De todas maneras, investigando la historia y orígenes de cualquier tradición, podemos reconocer, descubrir mucho de cualquier cultura.
Siempre busque conocerme a mi mismo y una forma de hacerlo es documentar la investigación. En la intención de hacer esto menos egocéntrico, encontré en mi familia una gran tradición. Grande no por la magnitud sino por la trascendencia de la misma. Una tradición que lleva al día de hoy 138 años.
Todos tenemos la historia propia dividida en sus antecedentes por el lado paterno y materno. Somos una suma de partes en donde cuentan nuestra crianza, la crianza de nuestros padres y así para atrás, hasta el origen de los tiempos. La tradición a la que quiero avocarme parte por el lado paterno que entre muchas costumbres aparece la tradición de celebrar a San Miguel Arcángel.
Hablar de la fiesta en si es muy simple. Cada 29 de septiembre, se celebra el día de San Miguel Arcángel y en la estancia de mi Abuela Asteria, se faenaba una res para una gran holla popular, se repartían víveres a toda la comarca y dulces y juguetes a los niños. Ahora bien, de donde nace esta tradición? Por qué toma estas características? Qué representa cada parte en la festividad? eso es lo que vamos a investigar.
En uno de mis últimos paseos por Asunción (porque resido en Buenos Aires, Argentina), mi padre me sorprendió con la data del año de la primera celebración. Fue en 1874. Antes de ahondar en la tradición me pareció atinado saber en dónde estaba situado el Paraguay en ese momento. Estamos en plena época de postguerra, no cualquier guerra, sino una que a los paraguayos nos toca muy de cerca y de la cual podríamos no solo sacar la mayoría de nuestras costumbres, sino una gran cantidad de preguntas. Estoy hablando de la guerra de la Triple Alianza. Tres naciones, Brasil, Argentina y Uruguay aliadas en una guerra en contra del Paraguay - quién contra quién realmente es la pregunta que no puedo sacarme de la cabeza.
De más está decir que hablamos de devastación y carencia. Ante la necesidad de lo básico, alimentos, mis antepasados se encomiendan al Santo del cual su madre era devota, San Miguel arcángel, prometiendo que si regresaban con víveres y sanos y salvos, en la comarca no faltarían alimentos y se honraría al Santo por la protección y bendición. El final de esta historia esta anticipado en el por qué de esta narración, pero esto es solo inicio.
Un país se levanta de nuevo, las mujeres toman la iniciativa sin abandonar su condición de mujer para la época, comienzan a abundar las leyendas y una familia se ocupa de cumplir una tradición que se conserva hasta nuestros días.